miércoles, 10 de agosto de 2011

Detectores de humo


Un detector de humo es un aparato cuya función es revelar la presencia de humo mediante una señal sonora.
Los hay de dos tipos: ópticos e iónicos.

Ópticos: Dentro de esta clase existen tres tipos:
_ De rayo infrarrojo=  Formados por un dispositivo emisor y otro receptor. Cuando se oscurece el espacio entre ellos a causa del humo, sólo una fracción de la luz emitida alcanza al receptor provocando que la señal eléctrica sea más débil, lo que activa la alarma.
_ De tipo puntual: Emisor y receptor se encuentran alojados en la misma cámara, pero no se ven, ya que sus ejes forman un ángulo mayor de 90º y estar separados por una pantalla, de manera que el rayo emitido no alcanza el receptor. Cuando entra humo en la cámara el haz de luz emitido se refracta en las partículas de humo alcanzando al receptor, activándose la alarma.
_ Detector láser: Detectan oscurecimiento de una cámara de aglutinación.
Iónicos:
Este tipo de detector es más económico que el óptico y puede detectar partículas que son demasiado pequeñas para influir en la luz. Si entra humo en la cámara de ionización la corriente disminuye o incluso se interrumpe, con lo que se activa la alarma.
Muchos detectores residenciales usan pilas alcalinas, otros pueden alimentarse constantemente por cableado eléctrico.
Si es un detector que utiliza pilas, éstas se gastan, y el detector dejará de funcionar, con lo que se vuelve inservible. Para evitar esto algunos dispositivos están diseñados para emitir una señal de batería baja. 
También algunos incorporan un botón de prueba para verificar su correcto funcionamiento. Los que no lo tienen pueden ser probados generando humo.
Es recomendable que haya un detector por habitación y que se revisen sus pilas cada 6 meses o más frecuentemente.