sábado, 29 de octubre de 2011

¿Qué es un Sistemas de Alarma?


Un sistema de alarma es un elemento de seguridad pasiva, esto significa que no evitan una situación anormal, pero sí son capaces de advertir de ella, cumpliendo así, una función disuasoria frente a posibles problemas. Por ejemplo: La intrusión de personas, inicio de fuego, el desbordamiento de un tanque, la presencia de agentes tóxicos, o cualquier situación que sea anormal para el usuario.

Partes de un sistema de alarma:

Central procesadora: es la CPU del sistema. En ella se albergan la placa base , la fuente y la memoria central. Esta parte del sistema es la que recibe las diferentes señales que los diferentes sensores pueden emitir, y actúa en consecuencia, disparando la alarma, comunicándose con la central por medio de un modem, etc. Se alimenta a través de corriente alterna y de una batería respaldatoria, que en caso de corte de la energía, le proporcionaría una autonomía al sistema de entre 12 horas y 3 días (dependiendo de la capacidad de la batería).







Teclado: es el elemento más común y fácil de identificar en una alarma. Se trata de un teclado numérico del tipo telefónico. Su función principal es la de permitir a los usuarios autorizados, armar (activar) y desarmar (desactivar) el sistema. Además de esta función básica, el teclado puede tener botones de funciones como: Emergencia Médica, Intrusión, Fuego, etc. Por otro lado, el teclado es el medio más común mediante el cual se configura el panel de control.






Gabinete de sirena exterior: es el elemento más visible desde el exterior del inmueble protegido. Se trata de una sirena con autonomía propia (puede funcionar aún si se le corta el suministro de corriente alterna o si se pierde la comunicación con la central procesadora) colocada dentro de un gabinete protector, puede tener además diferentes sistemas luminosos que funcionan en conjunto con la disuasión sonora.






Detectores de movimiento: Existen detectores regulados para no detectar mascotas, tales como perros y gatos.






Detectores magnéticos: se trata de un sensor que forma un circuito cerrado por un imán y un contacto muy sensible que al separarse, cambia el estado provocando un salto de alarma. Se utiliza en puertas y ventanas colocando una parte del sensor en el marco y otra en la puerta o ventana misma.






Sensores inerciales o sismicos: están preparados para detectar golpes sobre una base. Se colocan especialmente en cajas fuertes, también en puertas, paredes y ventanas. Detectan el intento de forzar su apertura.






_ Detectores de rotura de cristales: son detectores microfónicos, activados al detectar la frecuencia aguda del sonido de una rotura de cristal.






Detector termovelocimétrico (Lapa) elemento adherido a una caja fuerte. Advierte de un posible butrón o intento de sabotaje de la misma. Adopta el nombre de termovelocimétrico dado que en su interior alberga tres tipos de detectores seriados, uno de cambio de temperatura, un sismico, y uno de movimiento.






Detector personas caídas : elemento inalámbrico que permite detectar desvanecimientos o caídas de personas solas.





Detectores térmicos: detectan la presencia de focos de incendio por aumentos elevados de temperatura.





Una vez que la alarma comienza a funcionar, dependiendo del sistema instalado, este puede tomar acciones en forma automática. Por ejemplo:

  • Si se detecta la intrusión de una persona a un área determinada, mandar un mensaje telefónico a uno o varios números. 
  • Si se detecta la presencia de humo, calor o ambos, mandar un mensaje telefónico a uno o varios números o accionar la apertura de rociadores en el techo, para que apaguen el fuego. 
  • Si se detecta la presencia de agentes tóxicos en un área, cerrar las puertas para que no se expanda el problema.


Para esto, la alarma tiene que tener conexiones de entrada, para los distintos tipos de detectores, y conexiones de salida, para activar otros dispositivos que son los que se ocupan de hacer sonar la sirena, abrir los rociadores o cerrar las puertas.

Todos los sistemas de alarmas traen conexiones de entrada para los detectores y por lo menos una de salida para la sirena. Si no hay más conexiones de salida, la operación de llamar a un número, abrir el rociador o cerrar las puertas deberá ser realizada en forma manual por un operador.